Pesebre - Concepto, Origen, Historia
Fecha de publicación : 21/12/2023
El pesebre lo creó San Francisco de Asís, el santo de la humildad y de la pobreza, en la Navidad de 1223, en el pueblecito de Greccio, Italia.
Francisco estaba débil y enfermo, y pensando que tal vez aquella sería su última Navidad en la tierra, quiso celebrarla de una manera distinta y muy especial.
Un amigo de Francisco, el señor Juan Velita, era dueño de un pequeño bosque en las montañas de Greccio, en el que había una gruta que a Francisco se le parecía mucho a la cuevita donde nació Jesús, en los campos de Belén, y que él había conocido hacía poco en su viaje a Tierra Santa.
Francisco habló con su amigo, le contó su idea de hacer allí un “pesebre vivo”, y juntos lo prepararon todo, en secreto, para que fuera una sorpresa para los habitantes del pueblo, niños y grandes.
Francisco y Juan escogieron algunas personas del pueblo para que representaran a María, a José, y a los pastores; les hicieron prometer que no dirían nada a nadie antes de la Navidad, y, siguiendo el relato del Evangelio de San Lucas, prepararon la escena del nacimiento. ¡Hasta consiguieron un hermoso bebé para que representara a Jesús!
La noche de Navidad, cuando todas las familias estaban reunidas en sus casas, las campanas de la iglesia empezaron a tocar… ¡Tocaban y tocaban como si hubiera una celebración especial!… Pero nadie sabía qué estaba pasando… El Párroco del pueblo no había dicho que fuera a celebrar la Misa de Gallo… la Misa de Medianoche…. Sorprendidos y asustados a la vez, todos los habitantes de Greccio salieron de sus casas para ver qué estaba sucediendo… Entonces vieron a Francisco que desde la montaña los llamaba, y les indicaba que subieran donde él estaba.
Alumbrándose con antorchas, porque la noche estaba muy oscura y hacía mucho frío, todos se dirigieron al lugar indicado, y cuando llegaron quedaron tan admirados que cayeron de rodillas porque estaban viendo algo que nunca habían pensado poder ver.
Era como si el tiempo hubiera retrocedido muchos, muchos años, y se encontraran en Belén, celebrando la primera Navidad de la historia: María tenía a Jesús en sus brazos, y José, muy entusiasmado, conversaba con un grupo de pastores, que no se cansaban de admirar al niño que había acabado de nacer… Luego, el sacerdote, que había sido cómplice de Francisco y de Juan Velita en aquel secreto, celebró la Santa Misa, y Jesús se hizo presente en el Pan y el Vino consagrados, como pasa siempre que se celebra una Misa en cualquier lugar del mundo.
Terminada la Eucaristía, Francisco, lleno de amor y de alegría, les contó a todos los presentes, con lujo de detalles, la hermosa historia de la Navidad, y Jesús, “luz del mundo”, llenó sus corazones de paz y de amor. Tres años más tarde, Francisco de Asís murió, dejándonos esta hermosa costumbre de hacer el pesebre en cada Navidad!
Sabías lo siguiente sobre el pesebre en el que Jesús fue acostado ? :
Los pesebres son comederos para animales, pero en el antiguo Israel estaban hechos de piedra, no lo que verías en un belén moderno. No es cómodo, pero es excelente para protegerse. Por eso los que eran expertos en la materia, los sacerdotes, ponían en ellos a sus corderos recién nacidos para protegerlos. Pero no cualquier cordero, los corderos perfectos sin tacha que fueron usados en el sacrificio por los pecados. Y Belén, donde nació Jesús, era FAMOSA por sus CORDEROS SIN MANCHAS utilizados para el sacrificio. Estos corderos tenían que ser perfectos para que los envolvieran bien apretados en una tela y los tumbaran en el pesebre para mantenerlos a salvo. Esta es exactamente la razón por la que la única vez que se menciona a los pesebres en la historia del nacimiento de Jesús es a los pastores. En Lucas 2 dice: Esta será una señal para ti, encontrarás un bebé envuelto en una tela y acostado en un pesebre. ¡Los pastores habrían entendido este poderoso paralelo! ¡SABÍAN lo que significaban la tela y el pesebre! ¡Este bebé sería EL CORDERO PERFECTO DE DIOS! El Mesías que sacrificaría su vida por los pecados del mundo entero. Él no era solo un bebé envuelto en pañales acostado en un pesebre, Él era DIOS: perfecto, sin pecado y santo, humillándose para convertirse en el sacrificio perfecto para reconciliarnos con Él.
¡Ese CORDERO PERFECTO, es POR EL CUAL celebramos la NAVIDAD!
Todo bajo el control de Dios, cada detalle, cada situación… era una manifestación de su glorioso plan.
Papa Francisco